En plena Gran Guerra

La Primera Guerra Mundial se denominó así porque se vieron involucradas todas las grandes potencias industriales y militares de la época, divididas en dos alianzas. Por un lado, la Triple Alianza formada por las Potencias Centrales: el Imperio alemán y Austria-Hungría. Por otro lado se encontraba la Triple Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso. Ambas alianzas sufrieron cambios y fueron varias las naciones que acabarían ingresando en las filas de uno u otro bando según avanzaba la guerra: Italia, el Imperio del Japón y Estados Unidos se unieron a la Triple Entente, mientras el Imperio otomano y el Reino de Bulgaria se unieron a las Potencias Centrales. Más de 70 millones de militares, de los cuales 60 millones eran europeos, se movilizaron y combatieron en la entonces guerra más grande de la historia.

Mientras cientos de miles de personas mueren a lo largo del continente europeo, el compositor inglés Gustav von Holst permanece confinado en su casa de Londres.

 

Desde el comienzo de la Gran Guerra se ofreció como voluntario para ayudar en lo que pudiera, pero su débil constitución hizo que fuera declarado inútil para el servicio militar. Desde entonces, con enorme frustración, permanece en casa cumpliendo los toques de queda, y escapando a los refugios antiaéreos cada vez que las sirenas avisan de los temibles Gotha alemanes –bombarderos de largo alcance que asolan la capital desde sus bases aéreas en la costa belga.

 

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Confinado en casa

 Nadie sospecharía ningún tipo de actividad fuera de lo ordinario en el flemático profesor, a quien solo se ve salir de su casa esporádicamente –cuando es posible– para dar sus clases en el Conservatorio de St. Paul, situado justo enfrente de su casa al otro lado de la calle.

 

Sin embargo, los deseos de ayudar de Holst han sido escuchados por el Servicio de inteligencia británico, quien le ha reclutado recientemente. La falta de personal, por el elevado número de caídos en el frente, y el origen alemán de la familia von Holst, gracias a los cuales el músico habla perfectamente esta lengua, le convierten en un candidato idóneo para participar en la resolución de un enconado asunto.

 

 

Un secreto mortal

Según los últimos informes del Alto mando militar, una extraña y desconocida enfermedad se extiende misteriosamente por todo el continente, diezmando a las tropas en todos los frentes de batalla, y amenazando con causar casi tantas muertes como los ataques de las más recientes armas de destrucción masiva. Pues los tanques, los lanzallamas y las mortíferas armas químicas son utilizados principalmente en los campos de batalla, pero esta enfermedad se propaga con inusitada rapidez afectando a militares y civiles por igual.

 

 

Los gobiernos de todos los países europeos que participan en la Gran Guerra mantienen en secreto esta situación cada vez más insostenible para no desmoralizar a sus tropas. Por este motivo, ejercen una férrea censura sobre todos los medios de comunicación en sus territorios, prohibiendo y evitando a toda costa que se informe sobre esta enfermedad.

 

El desarrollo de la guerra facilita la eficacia de la censura en todos los países europeos excepto en uno, que se mantiene neutral durante el conflicto, y que, por este motivo, permite informar con libertad sobre esta temible enfermedad. Este país es España y la enfermedad, por sus síntomas y por el origen de las únicas noticias que se difunden en Europa sobre ella, es conocida como la "gripe española" (the spanish flu).

 

 

 

https://youtu.be/bdcdevrZyoQ

En 1917, en plena Primera Guerra Mundial, una enfermedad desconocida comienza a extenderse por todo el continente europeo. La rapidez con la que se propagan sus terribles síntomas respiratorios, diezmando tanto a soldados como a civiles, hace temer decenas de millones de muertos en todo el planeta.

La situación se mantiene en el más absoluto secreto a ambos lados del frente, pues las potencias en conflicto temen una desmoralización generalizada de sus ejércitos si llega a conocerse la nueva pandemia.

En Baviera, al sur de Alemania, hay noticias de una ayuda para que los enfermos sobrelleven la enfermedad, pero el interés del médico por difundir su hallazgo a todo el mundo choca frontalmente con la negativa del estado militar, que prefiere guardar en secreto el remedio al ver en él una futura ventaja para sus soldados en el frente.

A raíz de estas discrepancias, el estado alemán mantiene las investigaciones del médico bajo estrecha vigilancia, lo que ocasiona que sea descubierta y neutralizada una colaboradora del científico, reclutada como espía por el Servicio de inteligencia británico.

Ante la falta de tiempo para introducir un nuevo espía en el entorno del médico, y acuciados por la rápida expansión de la enfermedad, el Alto mando británico decide, en una acción desesperada, enviar al compositor inglés Gustav von Holst en misión secreta.

Gustav von Holst liderará un comando secreto de cuatro o cinco personas, el cual cruzará el frente occidental para encontrarse con el científico y traerlo a territorio aliado –a él o a su remedio– posibilitando una ayuda para el mundo ante esta terrible amenaza.

Debido a la escasez de personal, por el número de fallecidos en el frente, y conociéndote de las clases en el Conservatorio, el músico inglés se ha puesto en contacto contigo para que le acompañes en esta misión.

¿Te atreves a acompañarle y ayudarle a superar todas las dificultades y retos que encontraréis al atravesar la Europa de la Primera Guerra Mundial?